Año nuevo, casa nueva



Año nuevo, vida nueva.

Con la navidad todos realizamos una serie de propósitos para el nuevo año que comienza: perder peso, estudiar idiomas, buscar una casa nueva… son algunos ejemplos de una lista interminable de deseos.

En esta búsqueda de una vida nueva, adquirir una propiedad es una decisión clave: Crear una nueva vida implica crear un nuevo espacio donde sentirse cómodo y empieza encontrando un hogar donde echar raíces.

Una vez encontrado el nuevo hogar, viene la segunda parte. Las mudanzas, una fuente de estrés, no solo por el tiempo sino por el dinero que gastamos. Una mudanza no es solamente una traslado de una vivienda a otra, es llevar consigo toda una vida nuevo lugar.

Ya instalados en nuestra nueva vivienda, llega el momento de transformarlo en un hogar. La decoración, los tipos de muebles, el color de las paredes de nuestra nueva casa… son factores a tener en cuenta: Las casas en orden transmiten paz. Lo limpio relaja. La mente, en los espacios equilibrados, se serena.

Convertir una casa en un hogar: un reto a tener en cuenta

Decorar una casa no solo es adornar habitaciones: la decoración refleja una parte de nuestra vida y de nuestra personalidad.

Cada color, cada forma, cada estilo o cada material transmite sensaciones diferentes: la búsqueda del confort, el aprovechamiento del espacio o la búsqueda de la mayor funcionalidad permite expresar nuestra personalidad y nuestra forma de vida ante amigos, familiares o parientes.

El interior de una casa es la expresión de nuestros sentimientos, pasiones, aficiones y otros rasgos que nos caracterizan: buscando un equilibrio entre lo estético y lo práctico, la creatividad juega un papel clave optimizando el espacio y buscando soluciones al almacenamiento.

Toda casa es una “declaración de identidad” donde expresamos nuestras actitudes, metas, valores, roles sociales y prioridades en la vida: a la hora de elegir los colores, muebles y adornos buscamos que sean útiles y bonitos; intentando encontrar un equilibrio.

Tu casa como reflejo de tu personalidad

No importa cómo pero al final sucede. La ambientación de tu hogar depende, en gran medida, de los colores y muebles que conformen el lugar.

Los colores y los tonos de la casa reflejan tu estado anímico: La gama de azules reflejan una personalidad pacífica, melancólica, compasiva; el verde refleja el equilibrio y la naturaleza de los árboles y las hojas; el blanco busca la simplicidad y la limpieza; el negro, por el contrario, busca la elegancia y la discreción.

Decorar una casa es una carta de presentación ante los invitados: refleja nuestra personalidad y cada año buscamos cambiar partes de nuestra vida a mejor. Las casas también son el reflejo de este cambio.

La decoración es parte de nuestra vida y de nuestros gustos. Y puede ayudarnos a cambiar nuestra forma de vida.

También nos ayudará a cambiar y mejorar nuestra calidad de vida mantener la adecuada temperatura del ambiente. Para ello, deberemos tener en cuenta una buena instalación de aire acondicionado y calefacción en toda la casa.

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